martes, 26 de abril de 2011

importante ecologo de la conservacion asociado dentro de wildlife conservation society.(WCS)

 

Isaac Goldstein

Isaac Goldstein es el coordinador del Programa de WCS para la Investigación y Conservación del Oso Andino. Ha estado asociado a WCS y a la investigación y conservación del Oso Andino desde 1986. Actualmente tiene el cargo de Ecólogo de la Conservación Asociado dentro de Wildlife Conservation Society.

La experiencia profesional de Isaac Goldstein se enfoca en la investigación y conservación de fauna y hábitats Andinos, particularmente en la ecología del Oso Andino. Se interesa en la distribución y los factores que afectan la distribución de grandes mamíferos Andinos en los bosque nublados y paramos en los Andes del Norte (Venezuela, Colombia, Ecuador y norte del Perú).

Ha estudiado el uso de hábitat y recursos, así como aspectos de la variabilidad genética de las poblaciones de Oso Andino, y los conflictos Oso Andino-Hombre. Isaac Goldstein ha escrito artículos sobre la distribución y ecología del Oso Andino tanto en revistas de carácter científico como divulgativas y a presentado ponencias sobre su trabajo en congresos tanto nacionales como internacionales.

  1. Formación y experiencia
  2. Información Personal
  3. Publicaciones Indexadas
  4. Otras Publicaciones y Colaboraciones en Publicaciones
  5. Ponencias en Congresos y Simposios

Formación y experiencia

Mi formación académica y mi experiencia profesional esta concentrada en el estudio de la historia natural de grandes mamíferos , especialmente carnívoros. Mi trabajo esta enfocado en el análisis de la distribución de las poblaciones de carnívoros y los factores que afectan dicha distribución , así como el estudio de uso de hábitat y de recursos disponibles, para poder elaborar modelos especie-hábitat. Esta información es imprescindible para la elaboración de planes de manejo y conservación de las poblaciones de grandes mamífero.


Información Personal

Dirección:
Finca La Pedrera, El Arenal vía San Jacinto Mérida, Estado Mérida

Teléfono:
(014) 9746581 / Fax: (58-74) 446608

E-mail:
isaac@ula.ve / igoldstein@wcs.org
Lugar y Fecha de Nacimiento:
Valencia , Estado Carabobo, Venezuela ; 16 de Noviembre de 1958.

Estudios Superiores:
M.Sc. Ecología de Vertebrados Terrestres, 1990, Universidad Simón Bolívar, Sartenejas , Venezuela.
B.Sc. Zoología, 1985, Universidad de California en Davis, California, Estados Unidos de America.

Experiencia Profesional y Afiliación:
2005 – presente Co-chair Grupo de Expertos del Oso Andino, IUCN/SSC Bear Specialist Groups.
2003 – presente Investigador Asociado, Cecalcula, Parque Tecnologico de la Universidad de los Andes.
2002 – presente Consejo Directivo de la Asociación Internacional para la Investigacion y Conservacion de Osos (IBA)
2000 – presente Ecólogo de la Conservación Asociado, Wildlife Conservation Society
1999 – presente Investigador Asociado Centro de Cálculo Científico, Universidad de los Andes, Merida, Venezuela.
1996 - 2000 Investigador Asociado Wildlife Conservation Society
1992 - 1996 Sector Privado; Gerencia de Mercadeo y Ventas
1989 - 1992 Director-Fundador Estación Biológica Dedemai, Río Tabaro, (Proyecto Nichare, Econatura-WCS)
1991 - presente Miembro de la Comisión para la Supervivencia de las Especies, IUCN


1990 - 1992 Investigador Asociado del Herbario Nacional de Venezuela, INPARQUES
1986 - 1992 Investigador Asociado NYZS


Publicaciones Indexadas (13)

Goldstein, I. , S. Paisley, R. Wallace, J. Jorgenson, F. Cuesta and A. Castellanos. Andean Bear-Cattle. Conflicts: a review. Ursus, 17:8-15.

Pulido, N., J. Rojas, L., I. Goldstein, J. Mejia y Z. Molina. 2005. “Áreas Emergentes”: una herramienta metodología en el estudio de los paisajes. Revista Geográfica Venezolana, 46 (2).

Kattan, G., O.L. Hernandez , I. Goldstein, V. Rojas , O. Murillo, C. Gomez, H. Restrepo and F. Cuesta. 2004. Geographic Range Fragmentation of the Spectacled Bear in the Northern Andes . Oryx, 32(2):15-24.

Goldstein, I.
2004. Distribution and spectacled bear use of the epiphytic bromeliad Tillandsia fendleri at Quebrada El Molino. Ursus, 15(1):56-58.

Knab-Vispo, C., J. Rosales, P.E. Berry, G. Rodriguez, L. Salas, I. Goldstein, W. Diaz y G. Aymard. 2003. Annotated Floristic Checklist of the Riparian Corridor of the lower and middle Río Caura with comments on animal use. Scientia Guaianae, 12:35-140

Goldstein, I. 2002. Spectacled Bear-Cattle interactions and Tree Nest Use in Bolivia and Venezuela. Ursus, 13:369 – 372.

Goldstein, I. 1992. Distribución, presencia y conservación del Oso Frontino en Venezuela. Biollania, 9:171-182.

Goldstein, I. y L. Salas, 1992. Patrón de consumo de Puya sp. (Bromeliaceae) por Tremarctos ornatus (Ursidae) en el Páramo El Tambor, Venezuela. Ecotrópicos, 6(2): 24–30.

Goldstein, I. 1991. Spectacled Bear Predation and Feeding Behavior on Livestock in Venezuela. Studies on Neotropical Fauna and Environment, 26(1): 231- 235.

Goldstein, I. 1991. Are Spectacled Bear s Tree Nests Feeding Plataforms or Resting Places ?. Mammalia, 55(3): 433-434.

Salas, L., P. Berry y Goldstein, I. 1997. Composición y estructura de una comunidad de árboles grandes en el valle del Río Tabaro. Scientia Guaianae, 7:291-308.

Strahl, S., J.L. Silva and I. Goldstein. 1992. The Bush Dog (Speothos venaticus) in Venezuela . Mammalia, 58:9-13.

Strahl, S., P. Dessene, J. Jimenez and I. Goldstein. 1991. Behavior and Biology of the Hawk Headed Parrot, Deroptyus accipitrinus, in Southern Venezuela . The Condor, 93:177-180.


Otras Publicaciones y Colaboraciones en Publicaciones

Flores, S., M. Bustamante, G. Remache, I. Goldstein, and J. Camacho. 2005. Andean Bear-Livestock Conflict: applying the landsacape species conservation model. Qarterly Newsletter of the International Association for Bear Research and Management (IBA) and the IUCN/SSC Bear Specialist Group. November 2005, Vol. 14, No. 4.

Goldstein, I. 2004. Monitoring Andean Bear Activity and Movements along Natural Trails through non-invasive Techniques in Venezuela . International Bear News, Quarterly Newsletter of the International Association for Bear Research and Management (IBA) and the IUCN/SSC Bear Specialist Group. August 2004, Vol. 13, No. 3.

Goldstein, I. 2004. WCS Andean Bear Research and Conservation Program in the Northern Andes - Venezuela , Colombia and Ecuador . International Bear News, Quarterly Newsletter of the International Association for Bear Researc and Management (IBA) and the IUCN/SSC Bear Specialist Group. May 2004, Vol. 13, No. 2.

D. Rodriguez, F., I. Goldstein, A.E. Bracho, L.G. Naranjo y O. L. Hernandez (eds). 2003. Estrategia Ecorregional para la Conservacion del Oso Andino en los Andes del Norte. 74 pp.

Goldstein, I. y M. Herrera. 2003. Manual para el Manejo de Herramientas para la geo-referencia, ubicación y toma de datos en campo con énfasis en Oso Frontino. 1er Taller de Capacitación de Parabiologos. Programa Integral de Conservación del Oso Frontino, Cubiro, Estado Lara.

Goldstein, I . y D. Torres. 2003. Un oso venezolano?. Revista EsCiencia, 9:18-21, Fundación Polar, Caracas, Venezuela.

Goldstein, I . 2000. El Oso Frontino en el Parque Nacional Guaramacal. (Capítulo ) en : N.Cuello (ed.) Parque Nacional Guaramacal. Fundacion Polar.

Peyton, B. 2000. El oso andino. Sección: Conservación en América Latina. National Geographic en Español, Abril 2000 ( Asesores)

Goldstein, I. 1997. Técnicas de Evaluación de la Presencia de Oso Frontino en Venezuela. Documento Técnico para Uso de INPARQUES. 17 pp .

Goldstein, I.
1990. Distribución y Hábitos Alimentarios del Oso Frontino, Tremarctos ornatus, en Venezuela. Trabajo de Grado, Maestría en Ciencias Biológicas, Universidad Simón Bolívar, Sartenejas, Venezuela, 164 pp.

Servheen, C., Herrero, S., and Peyton, B. (1999) (compilers). Bears. Status Survey and Conservation Action Plan. IUCN/SSC Bear and Polar Bear Specialist Groups. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge , UK . x 309 pp. (Colaboracion en el capitulo 9 “Specytacled Bear Action Plan”.

Goldstein, I
. 1987. La situacion del osos frontino en Venezuela. Pp. 73-74. Memorias de la Sexagesima Segunda Reunion de la Comision de Supervivencia de las especies (SSC-UICN). Caracas 23-27 Abril 1987. MARNR, FUDENA, UICN. 154 pp.

Goldstein, I. 1989. Distribution, hábitat use and diet of spectacled bears (Tremarctos ornatus) in Venezuela . Pp: 2-16. In: Rosenthal, M. (ed.). Proceedings of the First International Symposium On The Spectacled Bear. October 14-15, 1988. Lincoln Park Zoological Gardens. Chicago , Illinois . 318 pp.

Goldstein, I.
1986. Research on the spectacled bear in Venezuela . Pp. 48. In. Weinhardt, D. (ed.) International Studbook for the Spectacled Bear 1985. Lincoln Park Zoological Gardens. Chicago , USA.


Ponencias en Congresos y Simposios

Flores, S., M. Bustamante, G. Remache, I. Goldstein, and J. Camacho. 2006. The Andean Bear – Cattle Conflict in Oyacachi: the bumpy road from the landscape species model to an operative community management plan. SCB Meeting, San Jose , California.

Taber, A, S. Chalukian, K. Minkowski, E. Sanderson, M.A Trichter, M. Antunez, G. Ayala, H. Beck, R, Bodmer, J.L. Cortes, C. Gomez, H. Gomez, B. de Thoisy, L. Emmons, N. Estrada, L. Flamarion de Olivera, J. Fragoso, R. Garcia, I. Goldstein, A. Keuroghlian, K. Ledesma, L. Lizarraga, D. Lizcano, C. Lozano, C. Lozano, P. Medici, O. Montenegro, E. A. Moraes, N. Neris, A. Noss, J. A. Palacio Viera, A. Paviolo, P. Perovic, R. Reima-Hurtado, J. Radachowsky, J. Rodriguez, D. Rumiz, L. Salas, A. sarmiento Dueñas, J. Sarria Perea, K. Schiaffino, M. Tobler, V. Utreras, D. Varela, E. Venticinque, R. Wallace, and G. Zapata Rios. 2006. A range-wide status análisis of lowland tapir (Tapirus terrestres) and white-lipped peccary (Tayassu pecari): preliminary results for lowland tapirs and conservation implications. Third International Tapir Symposium, Buenos Aires January 26-31

Pulido, N., J. Rojas, I. Goldstein , Z. Molina y J. Mejia. 2005. Nuevas herramientas para evaluar la sustentabilidad de los paisajes: “areas emergentes”, “sistema-paisaje” y “modelo fuente-sumidero”. II Congreso Iberoamericano de Desarrollo y Medio Ambiente. 24 – 28 Octubre 2005, Puebla, Mexico.

Marquez, R., V. Guerrero and I. Goldstein . 2005. Exploration to the Cofan territories: the use of gametrails, non-invasive genetic sampling and camera traps. Oral presentation. 16 IBA Conference, Riva del Garda , Italy.

Flores, S. , M. Bustamante, G. Remache, I. Goldstein and J. Camacho. 2005. Andean bear-cattle conflicts in Oyacachi, Cayambe-Coca Ecological Reserve, Ecuador . Oral presentation. 16 IBA Conference, Riva del Garda , Italy.

Boada, C., G. Remache, A. Tapia, J. Camacho, and I. Goldstein . 2005. Andean bear habitat availability model expansion to the western portion of the Condor Bioreserve, Ecuador . Poster. 16 IBA Conference, Riva del Garda , Italy.

Goldstein, I . 2005. Andean Bear Research and Conservation Program in the Northern Andes : A Multinational and Multi Institutional Effort. American Zoo and Aquarium Association 2005 Conference, September 13-18, Chicago , Illinois.

Goldstein, I., R. Marquez and G. Bianchi. 2005. Comparative Field Trials of Different Camera Trap Models: within and among cameras variability. Oral presentation as part of the workshop: Methodological Considerations in Remote Camera Trapping Surveys of Cryptic Species. XIX Annual Meeting of the Society for Conservation Biology. University of Brasilia , 15 to 19 July, Brazil.

Marquez R, and I. Goldstein . 2005. Análisis de la Situación del Oso Andino en Trujillo. Taller : Estrategias de Conservación para el Oso Andino en Venezuela. 14-16 de Julio, Barquisimeto, Estado Lara.

Flores, S., M. Bustamante, G. Remache, I. Goldstein , an d J. Camacho. 2005. Andean bear-cattle conflict: application of the model for conservation planning based on landscape species requirements to the Oyacachi case, Ecuador . Oral Presentation. XIX Annual Meeting of the Society for Conservation Biology. University of Brasilia , 15 to 19 July, Brazil.

Goldstein, I . 2005. WCS Andean Bear Research and Conservation Program in the Northern Andes : A Multinational and Multi-institutional Effort. Zoos and Aquariums: Committing to Conservation Conference, January 26-30, Cocoa Beach , Florida , USA.

Pulido, N., Molina, Z., Rojas, J., Mejia, J. J., y Goldstein, I . 2004. Aportes para el manejo sustentable del agua en los paisajes de los Andes de Mérida. V Congreso Venezolano de Geografía, 29 de noviembre al 03 de diciembre, Mérida.

Goldstein ,I. y S. Flores. 2004. Metodología para la aplicación del modelo conceptual para la conservación de especies paisaje al conflicto oso andino-ganado. VI Congreso Internacional sobre Manejo de Fauna Silvestre de la Amazonia y Latinoamerica. 5-10 Septiembre, Iquitos, Peru.

Marquez, R. y I. Goldstein. 2004. Caracterización de la Cacería de Oso Andino (Tremarctos ornatus) en el Carrizal, Sierra Nevada de Merida, Venezuela. VI Congreso Internacional sobre Manejo de Fauna Silvestre de la Amazonia y Latinoamerica. 5-10 Septiembre, Iquitos , Peru.

Goldstein, I. and R. Marquez. 2004. Andean bear ( Tremarctos ornatus ) Trail Use and Tree Marking Behavior. 15 th. International Conference on Bear Research and Management, San Diego , California.

Rojas, J., N. Pulido, Z. Molina, L. Iannuzzi, J. Mejia, I. Goldstein y Z. Zambrano. 2004. Propuesta para el Estudio de la Sustentabilidad de los Paisajes Andinos de Venezuela. VI Jornadas de Ambiente y Desarrollo. Merida, Venezuela.

Naranjo, L.G., O.L.Hernandez, D. Rodriguez, F. Cuesta and I. Goldstein . 2004. Andean Bear Ecoregional Conservation Strategy. 15 th. International Conference on Bear Research and Management, San Diego , California.

Escalante, A., I. Goldstein , A. Sánchez and K. Rodríguez Clark . 2004. Andean Bear Conservation Genetics: development of working tools. 15 th. International Conference on Bear Research and Management, San Diego , California.

I. Goldstein , R. Marquez, V. Guerrero, and M. Herrera. 2003. Dieta y uso de senderos por el oso andino ( Tremarctos ornatus ). Congreso Venezolano de Ecología, Margarita, Noviembre 2003.

F. León, A. Sanchez, K. Rodriguez-Clark, A. Escalante and I. Goldstein . 2003. Grupo de trabajo de genética de la conservación del oso frontino ( Tremarctos ornatus ) en Venezuela. Congreso Venezolano de Ecología, Margarita, Noviembre 2003

Goldstein, I ., J. Jorgenson, R. Wallace, D. Torres, S. Paisley, F. Cuesta, A.Castellanos, J. Poveda, and B. Peyton. 2002. Andean bear-cattle conflicts: a regional perspective. International Association for Bear Research and Management Meeting. Steinkjer , Norway . Oral Presentation.

Goldstein, I . , 2002. Human Dimensions in bear management. Workshop at the International Association for Bear Research and Management Meeting. Steinkjer , Norway . Invited Speaker.

Cuesta, F., M. Peralvo, O. Hernandez, I. Goldstein , D. Rodriguez, A.Castellanos and H. Restrepo. 2002. Analysis of the northern distribution of the Andean Bear, Tremarctos ornatus: an ecorregional approach. International Association for Bear Research and Management Meeting. Steinkjer , Norway . Invited Presentation.

Goldstein, I , 2002. Addressing people-spectacled bear conflicts due to crop raiding and livestock depredation. SCB Meeting, Canterbury , England.

Goldstein, I., y G. Kattan. 2001. El oso andino (Tremarctos ornatus) como especie del paisaje. IV Simposio Internacional de Desarrollo Sustentable: La Estrategia Andina para el Siglo XXI, 25 de noviembre – 2 de diciembre, Mérida, Venezuela.

Kattan, G., I. Goldstein , C. Gomez, O. Murillo, H. Restrepo y V. Rojas. 2001 Caracterización de Áreas Potenciales para la Conservación del Oso Andino (Tremarctos ornatus) en Colombia y Venezuela. V Congreso Internacional Sobre Manejo de Fauna en Amazonia y Latinoamerica, Cartagena, Colombia.

Goldstein, I . 2001. Distribution and spectacled bear use of the epiphytic bromeliad, Tillandsia fendleri, at Quebrada El Molino. IBA Congress, Jackson Hole , Wyoming .

Goldstein, I . 2001. Spectacled bear-Cattle interactions and tree nest use in Bolivia and Venezuela . IBA Congress, Jackson Hole, Wyoming.

Goldstein, I . 1989. Calidad de la Dieta del Oso Frontino en los Andes de Venezuela. XI Congreso Latinoamericano de Zoología, Catagena. Colombia.

Goldstein, I . 1989. Comparación de la Dieta del Oso Frontino en Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. XI Congreso Latinoamericano de Zoología, Cartagena , Colombia.

Goldstein, I . 1988. Distribution and Food Habits of the Spectacled Bear in Venezuela . Proceedings I Spectacled Bear International Symposium,Chicago, Illinois .

Goldstein, I . and E. Yerena. 1986. Patrones de Utilización de Páramo por Tremarctos ornatus. X Congreso Latinoamericano de Zoología, Viña del Mar, Chile.

domingo, 24 de abril de 2011

FOTOGRAFIAS!!!





EL RESCATE Y MUERTE DE UNA OSITA ANDINA


Mayo 2005

Informe Especial

En Enero de 2005, un grupo de jóvenes de la Fundación EcoVida (ver informe), ONG ambientalista que trabaja en el ámbito rural de los Estados Táchira y Mérida, fue informado acerca de la presunta existencia de un osezno andino cautivo en una de las fincas del área donde ellos se encontraban haciendo una inspección de campo. El comentario no fue pasado desapercibido y fue así como el Sr. Homero Zambrano, líder de la mencionada organización, entró en contacto con el Ing. For. Gerardo Pineda, jefe de la unidad de investigación en la sede del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) - Mérida. El objetivo común era intentar el rescate de dicho ejemplar. En este sentido, el Ing. Pineda entró en contacto con la Fundación AndígenA, considerando nuestra experiencia y liderazgo nacional en material de conservación del oso andino en Venezuela, además de la vigencia de un convenio de cooperación institucional que contempla el fortalecimiento en las acciones de investigación, vigilancia y educación a favor de la protección de los osos en los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de La Culata.

Una vez enterados, el primer paso a seguir era obviamente confirmar la existencia del osezno en la finca reportada. De esta manera, y sin dejar pasar tiempo, el Ing. Pineda se comunicó con la Ing. Nora Arellano en la Vertiente Sur del Parque Nacional Sierra Nevada, quien se dispuso a colaborar inmediatamente. Así fue como se obtuvo el apoyo logístico de la Guardia Nacional a través de la segunda compañía del Comando Regional (CORE) Nº 1, ubicado en Socopó, Estado Barinas. En este sentido, el 28 de Enero se concretó la visita al sitio confirmándose la existencia del cachorro, el cual resultó ser hembra y obedecía al nombre de "muñeca", según los habitantes de la finca. El origen y forma de obtención del animal fueron desconocidos de parte de la fuente primaria de la información (el encargado de la finca). No obstante, por fuentes secundarias (vecinos del lugar), se supo que la osita había sido capturada en las adyacencias a la finca y que muy probablemente había sido atrapada una vez fue concretado el asesinato de su madre. Así mismo, se presume que otro osezno había sido capturado pero no sobrevivió al cautiverio.

El rescate de la osita se logró sin mayor percance, lográndose también la detención y el traslado del encargado de la finca hasta la sede del CORE Nº 1 para proceder a la apertura de un expediente judicial. Ese mismo día, la Ing. Nora Arellanos se comunicó con el Ing. Pineda para confirmar el éxito del operativo de rescate. Por decisión del fiscal ambiental de Barinas se acordó que la osita debía permanecer en la sede del CORE Nº 1 hasta que se tomará una decisión viable acerca de su destino por parte de las autoridades competentes (MINISTERIO DEL AMBIENTE). Sin embargo y dado que durante el traslado el animal presentó eventos recurrentes de vómitos, se estudió la alternativa de su traslado hasta el Parque Zoológico Chorros de Milla en Mérida, donde podría recibir atención veterinaria. Durante el traslado de la osita desde la finca hasta la sede del CORE Nº 1, siempre se cuidó minimizar el estrés para evitar complicaciones, así fue como se acordó que fuera acompañada por un niño de la finca quien estaba muy apegado al animalito. Ese mismo día, en la sede de INPARQUES Mérida, se sostuvo una reunión entre su director, Sr. Armando Torres, el Ing. Pineda, el Per. For. Felix Carrero, superintendente encargado del P. N. Sierra Nevada, Denis Torres en representación de la Fundación AndígenA, el Guardaparque Jesús Farias, el Per. For. José Osorio y el Biol. Alexis Zambrano, director del Zoo Chorros de Milla. En ese encuentro se tomó la decisión de trasladar a la osezna a Mérida. Salimos a las 9 de la noche y llegamos al puesto de Guardaparques de Caño Grande - Acequia (Edo. Barinas) a las 2:30 a.m. aproximadamente. Sostuvimos una reunión con los Guardaparques y acordamos trasladarnos al CORE Nº 1 a las 7 a.m. Una vez en el sitio, se confirmó que el animal estuviera bien y se contó con la presencia de funcionarios de la oficina nacional de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente procedentes de Guanare, Estado Portuguesa. Se obtuvo una orden de traslado, la cual fue avalada por la Guardia Nacional y la Fiscalía, asignándose la custodia de la osita al Zoo Chorros de Milla.

A las 3 de la tarde aproximadamente, emprendimos el viaje a Mérida y el animal fue observado y atendido todo el tiempo. Por recomendación del veterinario Felipe Pereira del Zoo Chorros de Milla, se le suministró suero fisiológico por vía oral y un medicamento para evitar el vómito recurrente experimentado durante el día anterior. La osita consumió el suero y el medicamento sin problema, agua en abundancia, miel, patilla y leche condensada durante el viaje, pero se negó a ingerir otro tipo de alimento. Llegamos a Mérida a las 9 p.m. aproximadamente y el veterinario atendió al animal. No se identificó alguna señal preocupante por lo que se convino dejarla descansar para evitar incrementar el nivel de estrés a consecuencia del viaje. A la mañana siguiente, mientras se estaba haciendo la revisión médica de rutina, la osita falleció (ver informe).

Este episodio que demandó mucha coordinación, cuidado y atención, es motivo para reflexionar acerca de la imperiosa necesidad de establecer protocolos de traslado de osos para atender casos similares en el futuro y evitar riesgos de muerte. Si bien, la meta de asegurar la vida de la osita no pudo ser alcanzada, es evidente que cualquier esfuerzo hubiese dado el mismo resultado. El animal se encontraba bastante enfermo a consecuencia de una alimentación y cuidado deficientes. No nos sentimos culpables por el resultado lamentable de esta operación, creemos que hicimos lo correcto al intentar salvarle la vida a esta osita y seguiremos alerta para evitar que sucedan nuevos eventos de captura y muerte de osos en su hábitat natural. Por otra parte, más bien nos sentimos decepcionados al conocer la actitud hipócrita de cierto "investigador de osos" venezolano, que antepone su ignorancia, envidia y falta de profesionalismo, para desacreditar nuestros esfuerzos pragmáticos. Creemos que más allá de gastar energía en promover el chisme y la intriga, se debería dedicar a fomentar o apoyar el fortalecimiento de la acciones de conservación efectivas de nuestro carismático oso andino. Ojalá llegue el momento de hacer más y hablar menos...



Agradecimientos:
Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), Oficina Nacional de Biodiversidad - MARN, Segunda Compañía CORE Nº 1 - Guardia Nacional, Fundación EcoVida, Parque Zoológico Chorros de Milla - CORMETUR.

UN PLAN PARA CONOCER Y PROTEGER AL OSO ANDINO EN VENEZUELA



Julio 2007


Un proceso prolongado de dos años, el cual involucró la participación mancomunada de investigadores, estudiantes, instituciones y comunidades locales, permitió la publicación de la versión actualizada del Plan de Acción para la Conservación del Oso Andino en Venezuela, originalmente publicado en el año 1999 por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).

En el caso de especies amenazadas de la fauna silvestre, un Plan de Acción es el documento que reúne toda la información existente sobre la especie y sus amenazas, proporcionando a su vez una estrategia concertada de actividades especificas dirigidas a su recuperación y protección a largo plazo. El oso andino o frontino es una especie clave para la conservación de una las regiones más biodiversas del planeta: Los Andes Tropicales.

Esta versión del Plan de Acción en formato digital implica un compromiso con la protección de los bosques tropicales, evitando el uso deliberado del papel que es fabricado a partir de árboles.


En la Fundación AndígenA, como organización promotora y editora del Plan de Acción, extendemos nuestro más sincero agradecimiento a los patrocinantes que permitieron celebrar los talleres de discusión y validación del plan, así como su edición y publicación. Mención particular merece la oficina del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Canadá, la empresa canadiense LAFARGE, el Zoológico de Houston (EUA), la Red Tremarctos, la Universidad Simón Bolívar y la Fundación para la Defensa de la Naturaleza (FUDENA).

El reto a partir de ahora es involucrar al mayor número de instituciones e individuos en la misión de concretar las acciones propuestas en el plan y alcanzar la meta de compartir los ambientes andinos con los osos en condiciones de armonía.




oso frontino o de anteojos




Clasificación Taxonómica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Subfilo:Vertebrata
Clase:Mammalia
Subclase:Theria
Infraclase:Placentalia
Orden:Carnivora
Suborden:Caniformia
Familia:Ursidae
Subfamilia:Ursinae
Género:Tremarctos
Especie:T. ornatus
Nomeclatura Binomial
Tremarctos ornatus
El oso frontino, “andino” o “de anteojos”, Tremarctos ornatus (F. Cuvier 1825), es el único representante de la familia Ursidae que habita en América del Sur. Su distribución comprende las áreas montañosas andinas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia; existiendo reportes aislados para el sudeste de Panamá (frontera con Colombia), y al norte de Argentina en la frontera con Bolivia.
Dentro de esta amplia área de distribución geográfica, el oso frontino ocupa una gran diversidad de hábitats en pisos altitudinales que van desde los 250 hasta un poco más de los 4.000 metros sobre el nivel del mar.
En Venezuela la distribución reportada del oso frontino comprende las áreas silvestres (bosques y páramos) a lo largo de la Cordillera de Mérida, Macizo de El Tamá y la Sierra de Perijá.
Las áreas identificadas con presencia confirmada o probable son las siguientes:
Estado Lara:
1. Cerro El Pingano – Fila El Frío – Cabeceras Río Bocoy. Municipio Jiménez a 25 Km., Este-Noreste de Acarigua.
2. Cerro Llorón – Fila Los Ranchitos – Fila Miracuy. Municipio Jiménez a 42 Km. al Este de Acarigua.
3. Cerro María Lionza (*), límite entre los Municipios Morán (Lara) y Guanare (Portuguesa), 21 Km. al Sur-Suroeste de Guaríco.
4. Fila La Escalera – Fila Miracuy.
5. Montaña El Junquito – Montaña de Villanueva (*)
5. Páramo Los Nepes – Cerro El Cepo (*), Municipio Morán, 9 Km. al Sur de Barbacoas.
Estado Trujillo:
1. Montañas al Sureste de Chejendé (*), Municipio Carache.
2. Páramo Guaramacal – Páramo de Agua Fría, Municipio Boconó, 5 Km. al Sureste de Boconó.
3. Fila Llano Grande – Páramo Masparro, 3 Km. al Sureste de Niquitao.
Estado Mérida:
1. Páramo de Don Pedro – Serranía de Santo Domingo. Vertiente Sur de la Sierra Nevada de Mérida.
2. Loma San Antonio – Páramo del Oro (*). Vertiente Norte de la Sierra Nevada de Mérida.
3. Páramo de Aricagua – Páramo de Buenos Aires. Municipios Libertador y Arzobispo Chacón.
4. Páramo de Altamira – Páramo El Serrucho – Fila de Mucutiris (*), entre los Ríos Nuestra Señora, Chama y Mucutuy.
5. Páramo Las Tapias- Río Negro – El Molino.
6. Fila Santa Rosa – Montañas de Caparo.
7. Páramo El Escorial.
8. Páramo de Los Conejos – Piedras Blancas.
9. Valle Grande – La Pedregosa – Las Gonzáles.
10. Páramo El Tambor.
Estado Táchira:
1. Páramo Batallón – Páramo del Oso – Filo de Caricuena (*), Municipio Jauregui, 3 Km. al Sur de La Grita.
2. Sierra La Maravilla, 5 Km, al Este de San Cristóbal.
3. Páramo La Revancha – Cerro Urumal – Serranía de Burgua.
Estado Zulia:
1. Serranía de Valledupar – Sierra de Motilones, Municipio Perijá.
Distr_geog_oso_andino
INTERVALO ALTITUDINAL
El límite altitudinal inferior de la distribución del oso frontino en Venezuela fue reportado aproximadamente a los 800 m.s.n.m., siendo este delimitado principalmente por los asentamientos humanos a la largo de las vegas de los ríos y en las áreas de relieve más moderado en el piedemonte andino. Sin embargo, no se descarta la presencia de individuos de esta especie por debajo de los 800 m.s.n.m. en áreas silvestres no intervenidas.
El límite altitudinal superior de la presencia del animal corresponde con el ecotono páramo – selva nublada entre los 2900 y los 3200 m.s.n.m., ya que si bien el oso frontino utiliza ciertas recursos en el páramo andino, no podemos hablar de él como un animal paramero, sino como un residente de los bosques nublados que usa ocasionalmente del páramo.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA ESPECIE
Con respecto a los demás úrsidos, el oso frontino es de tamaño intermedio, midiendo el macho adulto entre 1,5 y 2 metros de largo (longitud cabeza-cuerpo) y la hembra 2/3 del tamaño del macho.
oso-anteojos

El pelaje es usualmente negro, pero algunos individuos pueden presentar tonalidades castañas. Una característica sobresaliente en estos osos es la presencia de marcas de coloración blanca o amarillenta en el hocico, alrededor de los ojos, cuello y pecho. La forma y extensión de las mismas varía entre los individuos y no es raro observar ejemplares totalmente negros. Esta variación ha sido base para una amplia designación de nombres comunes a lo largo de su área de distribución.
La forma del cráneo de Tremarctos ornatus se asemeja mucho a la del panda gigante (Ailuropoda melanoleuca). Esto se debe a la presencia de un músculo zygomático mandibular muy desarrollado y un hocico relativamente corto en relación con el cuerpo. Además, estos osos tienen el cuarto premolar y los molares adaptados para masticar y triturar vegetación fibrosa. El oso frontino presenta una fórmula dental de 42 piezas al igual que la mayoría de los úrsidos.
HÁBITOS
El oso frontino es aparentemente un animal solitario. Sin embargo, existen reportes de grupos de hasta ocho individuos comiendo juntos durante la época de fructificación de ciertas plantas del bosque nublado. Los osos frontinos pueden estar activos a cualquier hora del día. Son excelentes trepadores y pueden pasar bastante tiempo en las ramas más altas de los árboles, en donde se alimentan principalmente de frutas y bromelias epifitas, o simplemente descansan en plataformas que se asemejan a nidos, construidas con ramas y hojas.
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La dieta reportada para el oso frontino es muy variada y está compuesta básicamente por materia vegetal, aunque también se alimenta de insectos, aves y pequeños mamíferos. En ocasiones puede causar daños al ganado vacuno en sitios alejados a los asentamientos humanos, donde los rebaños no son supervisados con frecuencia.

Dieta de origen vegetal reportada para el oso frontino Tremarctos ornatus en Los Andes de Venezuela.
Especie
Familia
Anthurium sp.Araceae
Gregia colombianaBromeliaceae
Guzmania mitisBromeliaceae
Guzmania monostachiaBromeliaceae
Guzmania squarrosaBromeliaceae
Pitcairnia nubigenaBromeliaceae
Puya aristeguietaeBromeliaceae
Puya venezuelensisBromeliaceae
Tillandsia bifloraBromeliaceae
Tillandsia complanataBromeliaceae
Tillandsia fendleriBromeliaceae
Tillandsia shultzeiBromeliaceae
Tillandsia tetranthaBromeliaceae
Asplundia moritzianaCyclantaceae
Rhynchaspora sp.Cyperaceae
Gaultheria sp.Ericaceae
Vaccinium sp.Ericaceae
Clussia multifloraGuttiferae
Havetia sp.Guttiferae
Billia columbianaHipocastanaceae
Aniba cicatricosaLauraceae
Beilshmiedia sulcataLauraceae
Ocotea karstenianaLauraceae
Phoebe cinamomifoliaLauraceae
Lecythis ollariaLecythidaceae
Ficus velutinaMoraceae
Psidium caudatumMyrtaceae
Bactris sp.Palmae
Catoblastus sp.Palmae
Ceroxylon sp.Palmae
Euterpe sp.Palmae
Chusquea sp.Poaceae
Neurolepis sp.Poaceae
Decussocarpus rospigliossiPodocarpaceae
Prunus moritzianaRosaceae
Rubus floribundusRosaceae
Chrysophylum caimitoSapotaceae
El oso frontino es una de estas especies cuya observación directa es difícil y la información sobre su historia natural se basa mayormente en la interpretación de señales. Sin embargo, como todo mamífero de gran tamaño, el oso frontino deja una gran cantidad de huellas y señales de actividad, las cuales, una vez que son conocidas, permiten con relativa facilidad detectar su presencia y realizar seguimientos y estudios más complejos.
SONIDOS SALVAJES
Por lo general, el oso frontino no produce muchos sonidos en su hábitat natural y sus vocalizaciones no se dejan oír fácilmente ya que andan solos mucho tiempo. Sin embargo, para esas ocasiones cuando los osos encuentran a sus congéneres – o cuando desean encontrarse con ellos – cuentan con un amplio repertorio de vocalizaciones a su disposición.
El sonido más común del oso frontino adulto parece un “gorjeo”, como el sonido de un pájaro, el cual es una llamada social para el contacto. Cuando una hembra está en celo, ella emite constantemente esos “gorjeos”. El oso frontino también emite “gemidos” muy fuertes, “rugidos”, “gruñidos” y “ladridos” para indicar un rango social y grados variables de agresión.
REPRODUCCIÓN
Al parecer estos osos no tienen una época fija de reproducción en estado silvestre, ya que se han observado osas con crías en diferentes meses del año. En cautiverio, el período de estro ha sido estimado entre 3-14 días con cópulas que ocurren de 2 a 8 veces por día. La gestación es de 8 a 8 meses y medio.
El número de crías al nacer es de 1 a 3 a tres oseznos. Al nacer tienen los ojos cerrados y pesan unos 300 grs. Abren los ojos después del primer mes. Son de color negro y ostentan el diseño de los anteojos blanco-amarillentos que caracterizan a la especie. El crecimiento de los pequeños se efectúa bastante rápido, a los 180 días de nacido ya pesan 10 Kg.
CONSERVACIÓN DEL OSO FRONTINO EN VENEZUELA
La distribución del oso frontino es localizada y discontinua a lo largo de las zonas boscosas montañosas del occidente del país, concretamente en la Cordillera de Los Andes. Esta Cordillera posee dos ramales divergentes y aislados, que se ramifican desde la Cordillera Oriental de Colombia. El primer ramal, en sentido Norte, es la Sierra de Perijá, con aproximadamente 8.000 Km2 de vertientes boscosas, probablemente el refugio poblacional más importante para la especie en el país. El segundo ramal, en sentido Noreste, es la Cordillera de Mérida, el cual posee alrededor de 13.300 Km2 de vertientes boscosas potenciales para osos, que se encuentran actualmente fragmentados en 4 porciones o bloques silvestres: El Tamá (al suroeste), Central (en el eje de la Sierra Nevada), Dinira y Portuguesa (al noreste).
El intervalo altitudinal de esta especie en Venezuela va desde los 400 hasta los 4.300 m.s.n.m. Sierra de Perijá, Sierra Nevada y El Tamá, son las áreas donde con más frecuencia se observan osos a baja altitud. En el caso de Venezuela, se confirma una generalización observada también en los demás países andinos, acerca de la ubicación de la mayor parte de las localidades reportadas para el oso, por arriba de los 1.000 m.s.n.m.
No existen datos empíricos o de campo sobre estimaciones directas de densidades o números totales, que permitan arrojar conclusiones sobre el estatus poblacional de esta especie. El biólogo Edgard Yerena emprendió la tarea de estimar algunas densidades relativas en el bloque Central de la Cordillera de Mérida, en base al número de osos cazados en áreas relativamente confinadas y en base a estimaciones subjetivas de guías locales (baquianos) y cazadores. Estos estimados arrojaron un promedio de 0,04 individuos/Km2, es decir 1 oso por cada 25 Km2. Esta densidad se considera bastante baja y, extrapolándola a la cantidad total de hábitats boscosos disponibles en este bloque Central, entre los estados Trujillo, Barinas, Mérida y parte del Táchira (459,872 ha.) dio un total de 183 individuos. Tomando en cuenta otros criterios, tales como estimaciones de densidad y área de vivienda teóricas, en base al peso promedio corporal de la especie, los resultados sobre el número posible de osos en este sector de la cordillera son muy variables y poco concluyentes, considerándose realista, sin embargo, asumir que existe un número inferior a los 1.000 individuos.
Para el año 1992 la cantidad total de hábitat para el oso disponible en Venezuela se estimó en 21.400 Km2. En cualquier caso, aun hoy la cifra posible de osos en todo el país, puede que no exceda el millar de individuos. Su estatus puede considerarse entre “Vulnerable” y “En Peligro”, según los criterios de la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE) de laUnión Mundial para la Naturaleza (IUCN).  El gobierno lo cataloga como especie “En Peligro”, según Decreto Nº 1486 de fecha 11/09/96 firmado por el Ministerio del Ambiente y de Los Recursos Naturales (M.A.R.N). Esta misma dependencia promueve la protección de la especie mediante su inclusión en el Decreto de Veda indefinida (Nº 1485 de fecha 11/09/96), el cual prohíbe su cacería en todo el territorio nacional. Así mismo, el Libro Rojo de la Fauna Venezolana cataloga al oso frontino como “En Peligro”.
La principal causa de la posible disminución poblacional de osos en Venezuela radica en la cacería furtiva: Se ha estimado un promedio de 2,47 osos cazados por año en los últimos 80 años, solamente en el tramo Central de la cordillera, donde probablemente no existan más de unos pocos centenares de individuos; ésta cifra con seguridad está subestimada con respecto a la realidad. La presión de caza, indudablemente está produciendo efectos muy negativos en las poblaciones silvestres. Las razones para su caza son esencialmente culturales y económicas. Dentro del primer grupo se considera primordialmente la valoración de la “hombría” asociada al cazador que da muerte a un oso, muy ligado al miedo que inspira el animal por su tamaño y aspecto. Igualmente, dentro de estos aspectos culturales, se aprecia la cacería para el aprovechamiento de ciertas partes del animal, tales como grasa, huesos, báculum (hueso peneano) y sangre, con fines mágico-curativos. También se tiene la apreciación de que el aprovechamiento de su carne comestible es una razón importante para su cacería, la cual es “oportunista” y generalmente no planificada. Los cueros y garras, son generalmente conservados como trofeos de valor secundario y como prueba de la cacería. Se estima que un oso muerto puede generar ingresos relativamente importantes para un campesino pobre. A pesar de esto, no se ha detectado algún tráfico comercial de sus partes, que tenga cierta relevancia. La razón económica de su cacería, específicamente se refiere a la eliminación de osos acusados de ser depredadores de ganado vacuno y ovino, los cuales eventualmente pueden causar importantes pérdidas, especialmente a pequeños productores del páramo.
La pérdida de hábitat puede considerarse como la segunda causa más importante que amenaza a las poblaciones de osos: las cuales actualmente están confinadas a los espacios naturales que han escapado a la actividad agropecuaria humana. Con la llegada de los colonizadores europeos, a comienzos de los años 1.500, se comenzó un proceso de contracción de las áreas silvestres, especialmente las ubicadas en los valles intramontanos, terrazas y en general, aquellas con climas moderados y estacionales (bosques semidecíduos y siempreverdes). El máximo de expansión agrícola en los Andes Venezolanos puede haberse alcanzado en las primeras décadas del siglo XX, presentándose un fenómeno de recuperación de áreas intervenidas, a partir de la década de 1940. Sin embargo, las selvas húmedas del piedemonte de la cordillera, tanto de la vertiente del llano como en la del Lago de Maracaibo, las cuales probablemente fueron hábitats de osos, experimentaron por primera vez en los años 50, una rápida y fuerte transformación hacia plantaciones y potreros ganaderos. Esta pérdida se ha estimado en el piedemonte llanero en 12.890 Km2. o 67,5% del bosque original. Actualmente la agricultura está creciendo nuevamente, intensificándose en las áreas tradicionales y reincidiendo en zonas abandonadas, debido a la nueva rentabilidad de la actividad.
Una amenaza a corto plazo más concreta que la pérdida directa de hábitat lo constituye la fragmentación y consecuente aislamiento de sectores boscosos: Esto es particularmente patente en la Sierra de Portuguesa, Dinira y El Tamá. Para el año 1986 existían solo cinco (5) parques nacionales en el intervalo de distribución del oso frontino: 1- Sierra Nevada, 2- Yacambú (para entonces con 14.580 has.), 3- Terepaima, 4- Sierra de Perijá y 5- El Tamá. En el año 1985, a raíz del inicio de los primeros trabajos de campo sobre ecología y conservación de esta especie a cargo de los biólogos Edgard Yerena e Isaac Goldstein, así como de los resultados de las iniciativas de divulgación acometidas por diferentes organizaciones, se logró incrementar el área protegida al número actual de doce (12) parques nacionales en el área de distribución del oso frontino.
Estos nuevos parques fueron en orden cronológico: 6- Guaramacal (1988), 7- Dinira (1988), 8- Páramos El Batallón y La Negra (1989), 9- Chorro El lndio (1989), 10- Sierra de La Culata (1989), 11 – El Guache (1992) y 12- Tapo-Caparo (1993).
Un enfoque de mantenimiento de la integridad ecológica a largo plazo, ha prevalecido en el diseño de éstas áreas silvestres protegidas, habiéndose considerado muy especialmente las necesidades ecológicas del oso frontino. En este sentido, varios de los anteriores parques nacionales han sido conjugados de manera tal que sus límites sean contiguos, generándose así las siguientes grandes unidades de conservación: A) Tapo Caparo – Sierra Nevada – Sierra de La Culata; B) Páramos El Batallón y La Negra – Chorro El Indio y C) Yacambú – El Guache. Además, dos (2) parques nacionales hacen frontera internacional con otros dos (2) parques nacionales de la República de Colombia, generándose dos grandes unidades de conservación fronterizas, claves para la conservación de la especie: D) Sierra de Perijá (Venezuela) – Catatumbo-Barí (Colombia) y E) El Tamá (Venezuela) – Tamá (Colombia).
En los últimos 10 años la imagen del oso frontino  ha experimentado un incremento vertiginoso como símbolo de conservación. De ser una especie absolutamente desconocida a nivel del gran público, ha pasado a ser un símbolo emblemático del conservacionismo, nombrado incluso con cierta frecuencia por los políticos. Esto se ha logrado con un modesto, pero efectivo impulso inicial de divulgación y sensibilización conducido por la organización pionera PROVITA, junto a FUDENA, INPARQUES, Universidad de Los Andes, Empresas Polar, diversas empresas de Petróleos de Venezuela, Gobernación del Estado Mérida, CREE, Brigada Conservacionista Tremarctos ornatus y más recientemente, la Fundación Andígena, quienes lideran actualmente las iniciativas de conservación de la especie en Venezuela. Se ha recibido, igualmente, el apoyo de organizaciones internacionales como 
Wildlife Conservation Society (WCS)Lincoln Park Zoological Gardens, Jersey Wildlife Preservation Trust, People’s Trust for Endangered Species, Calgary Zoological Society, Fondo para la Protección de Los Animales Salvajes (FAPAS) y Cleveland Metroparks Zoo. Como parte de esta estrategia se han producido afiches, folletos, franelas, artesanías, programas de radio y televisión, foros, conferencias, etc. Se ha generado un efecto de “bola de nieve” que ha llevado a numerosas empresas, gremios, organizaciones conservacionistas, etc., a difundir la imagen del oso frontino como un símbolo de la identidad andina. Documentales en la TV. nacional, programas radiales, cobertura por prensa y hasta comerciales de televisión han sido realizados en torno a su figura.
18
En 1997, el gobernador del Estado Mérida decretó oficialmente al oso frontino como unos de los símbolos ambientales regionales.
En 1994, un grupo Ad Hoc de especialistas en oso frontino en Venezuela elaboró un Plan de Acción para la conservación de esta especie. Las acciones que propuso dicho documento estuvieron enmarcadas dentro de un gran objetivo fundamental: proponer una estrategia que contribuya a asegurar la conservación del oso frontino a nivel nacional. Para esto se plantearon cinco objetivos generales:

  1. Disminuir y minimizar la cacería furtiva.
  2. Asegurar la existencia de una suficiente cantidad y distribución de hábitats que permita mantener poblaciones silvestres viables.
  3. Incrementar sustancialmente los conocimientos científicos.
  4. Incrementar los niveles de conciencia pública.

    1. Desarrollar las capacidades para un manejo integral de las poblaciones en cautiverio.
De esos cinco objetivos, se considera que el 1, el 4 y el 5 son los que probablemente requieren de mayor empuje en la actualidad, y donde es posible proponer un aporte significativo por parte del trabajo cooperativo.
Disminuir y minimizar la cacería furtiva: Para el logro de este objetivo es necesario reforzar los mecanismos y la capacidad operativa para combatir el furtivismo en el terreno. Esto debe realizarse con personal especialmente entrenado y equipado, y con aptitud para el trabajo en zonas agrestes. Debe efectuarse dentro de un ambiente de cooperación e información hacia la población campesina, logrando el respeto por la autoridad, acompañándose ésta con una labor pedagógica. A los programas de protección y guardería de las distintas áreas protegidas, debe dársele máxima prioridad dentro de los planes de manejo. Estas actividades deben ir acompañadas de sugerencias sobre practicas alternas a la cacería, como por ejemplo el ecoturismo. La población local debe percibir beneficios reales y tangibles derivados de una actitud conservacionista hacia la fauna y los recursos naturales en general. Se deben aplicar políticas que disminuyan los conflictos oso-hombre, especialmente en el caso de la ganadería extensiva de páramo; para ello deben fomentarse diferentes modos de producción de la ganadería que minimicen la competencia por el páramo como área de pastoreo. Del mismo modo debe pensarse en iniciar programas de compensación por pérdidas comprobadas de ganado causadas por los osos. Actualmente (2001), Denis Torres adelanta una investigación (Ganadería de Montaña en Hábitats de Grandes Carnívoros. Cuenca del Río Nuestra Señora, Estado Mérida, Venezuela) en la Universidad de los Andes que aportará información y posibles soluciones al respecto.
Incrementar los niveles de conciencia pública: la sociedad venezolana, en todos sus niveles, debe apreciar y apoyar las iniciativas de conservación de esta especie, con pleno conocimiento de todos los beneficios tangibles que se derivan de ello: la producción de agua y energía hidroeléctrica, la conservación de cuencas, el turismo, el ordenamiento territorial, el mantenimiento de la biodiversidad. Para ello deben utilizarse todos los recursos disponibles para una difusión masiva y efectiva, con especial énfasis en medios de gran alcance como el radial. Esa difusión debe llevarse de forma intensiva y de educación formal e informal, especialmente a la población campesina que convive dentro y en los alrededores de los hábitats del oso frontino. Aquí deben localizarse los esfuerzos mayoritarios a fin de apoyar el logro de los dos primeros objetivos de este plan de acción. El logro de la conservación del oso es clave para la identidad andina de Venezuela. Esta faceta puede establecer un objetivo común de integración con el resto de los países andinos, el cual puede ser muy positivo en el campo de la cooperación técnica y científica a nivel inter-regional.
Desarrollar las capacidades para un manejo integral de las poblaciones en cautiverio: Este objetivo tiene un doble propósito, por una parte apoyar las estrategias de conservación in situex situ, y por otra, contribuir al logro de los objetivos de educación. Paralelamente a los esfuerzos del mantenimiento de las actuales poblaciones silvestres, debe generarse un reservorio genético en cautiverio, así como de tecnologías que permitan un eventual reforzamiento de dichas poblaciones, lo cual puede ser una necesidad perentoria a mediano o largo plazo. Los parques zoológicos deben entrar a jugar un papel más activo en la promoción de la conciencia y la educación conservacionista de esta especie, debiendo ser particularmente activos en este objetivo los parques ubicados en el área de distribución de la especie. Debe profundizarse la cooperación internacional en el campo del manejo en cautiverio e insertarse en las coordinaciones internacionales que existan para el manejo ex situ de esta especie.

Conservacion del Oso Frontino en Merida

La distribuci�n del oso frontino es localizada y discontinua a lo largo de las zonas boscosas monta�osas del occidente del pa�s, concretamente en la Cordillera de Los Andes. Esta Cordillera posee dos ramales divergentes y aislados, que se ramifican desde la Cordillera Oriental de Colombia. El primer ramal, en sentido Norte, es la Sierra de Perij�, con aproximadamente 8.000 Km2 de vertientes boscosas, probablemente el refugio poblacional m�s importante para la especie en el pa�s. El segundo ramal, en sentido Noreste, es la Cordillera de M�rida, el cual posee alrededor de 13.300 Km2 de vertientes boscosas potenciales para osos, que se encuentran actualmente fragmentados en 4 porciones o bloques silvestres: El Tam� (al suroeste), Central (en el eje de la Sierra Nevada), Dinira y Portuguesa (al noreste).

El intervalo altitudinal de esta especie en Venezuela va desde los 400 hasta los 4.300 m.s.n.m. Sierra de Perij�, Sierra Nevada y El Tam�, son las �reas donde con m�s frecuencia se observan osos a baja altitud. En el caso de Venezuela, se confirma una generalizaci�n observada tambi�n en los dem�s pa�ses andinos, acerca de la ubicaci�n de la mayor parte de las localidades reportadas para el oso, por arriba de los 1.000 m.s.n.m.
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No existen datos emp�ricos o de campo sobre estimaciones directas de densidades o n�meros totales, que permitan arrojar conclusiones sobre el estatus poblacional de esta especie. El bi�logo Edgard Yerena emprendi� la tarea de estimar algunas densidades relativas en el bloque Central de la Cordillera de M�rida, en base al n�mero de osos cazados en �reas relativamente confinadas y en base a estimaciones subjetivas de gu�as locales (baquianos) y cazadores. Estos estimados arrojaron un promedio de 0,04 individuos/Km2, es decir 1 oso por cada 25 Km2. Esta densidad se considera bastante baja y, extrapol�ndola a la cantidad total de h�bitats boscosos disponibles en este bloque Central, entre los estados Trujillo, Barinas, M�rida y parte del T�chira (459,872 ha.) dio un total de 183 individuos. Tomando en cuenta otros criterios, tales como estimaciones de densidad y �rea de vivienda te�ricas, en base al peso promedio corporal de la especie, los resultados sobre el n�mero posible de osos en este sector de la cordillera son muy variables y poco concluyentes, consider�ndose realista, sin embargo, asumir que existe un n�mero inferior a los 1.000 individuos. 
Para el a�o 1992 la cantidad total de h�bitat para el oso disponible en Venezuela se estim� en 21.400 Km2. En cualquier caso, aun hoy la cifra posible de osos en todo el pa�s, puede que no exceda el millar de individuos. Su estatus puede considerarse entre "Vulnerable" y "En Peligro", seg�n los criterios de la Comisi�n de Supervivencia de Especies (CSE) de la Uni�n Mundial para la Naturaleza (IUCN).  El gobierno lo cataloga como especie "En Peligro", seg�n Decreto N� 1486 de fecha 11/09/96 firmado por el Ministerio del Ambiente y de Los Recursos Naturales (M.A.R.N). Esta misma dependencia promueve la protecci�n de la especie mediante su inclusi�n en el Decreto de Veda indefinida (N� 1485 de fecha 11/09/96), el cual proh�be su cacer�a en todo el territorio nacional. As� mismo, el Libro Rojo de la Fauna Venezolana cataloga al oso frontino como "En Peligro".
Caceria_oso frontino.jpg (68038 bytes)Caceria_oso_patas.jpg (65044 bytes)La principal causa de la posible disminuci�n poblacional de osos en Venezuela radica en la cacer�a furtiva. Se ha estimado un promedio de 2,47 osos cazados por a�o en los �ltimos 80 a�os, solamente en el tramo Central de la cordillera, donde probablemente no existan m�s de unos pocos centenares de individuos; �sta cifra con seguridad est� subestimada con respecto a la realidad. La presi�n de caza, indudablemente est� produciendo efectos muy negativos en las poblaciones silvestres. Las razones para su caza son esencialmente culturales y econ�micas. Dentro del primer grupo se considera primordialmente la valoraci�n de la "hombr�a" asociada al cazador que da muerte a un oso, muy ligado al miedo que inspira el animal por su tama�o y aspecto. Igualmente, dentro de estos aspectos culturales, se aprecia la cacer�a para el aprovechamiento de ciertas partes del animal, tales como grasa, huesos, b�culum (hueso peneano) y sangre, con fines m�gico-curativos. Tambi�n se tiene la apreciaci�n de que el aprovechamiento de su carne comestible es una raz�n importante para su cacer�a, la cual es "oportunista" y generalmente no planificada. Los cueros y garras, son generalmente conservados como trofeos de valor secundario y como prueba de la cacer�a. Se estima que un oso muerto puede generar ingresos relativamente importantes para un campesino pobre. A pesar de esto, no se ha detectado alg�n tr�fico comercial de sus partes, que tenga cierta relevancia. La raz�n econ�mica de su cacer�a, espec�ficamente se refiere a la eliminaci�n de osos acusados de ser depredadores de ganado vacuno y ovino, los cuales eventualmente pueden causar importantes p�rdidas, especialmente a peque�os productores del p�ramo.
Deforestacion_piedemonte.jpg (69475 bytes)La p�rdida de h�bitat puede considerarse como la segunda causa m�s importante que amenaza a las poblaciones de osos, las cuales actualmente est�n confinadas a los espacios naturales que han escapado a la actividad agropecuaria humana. Con la llegada de los colonizadores europeos, a comienzos de los a�os 1.500, se comenz� un proceso de contracci�n de las �reas silvestres, especialmente las ubicadas en los valles intramontanos, terrazas y en general, aquellas con climas moderados y estacionales (bosques semidec�duos y siempreverdes). El m�ximo de expansi�n agr�cola en los Andes Venezolanos puede haberse alcanzado en las primeras d�cadas del siglo XX, present�ndose un fen�meno de recuperaci�n de �reas intervenidas, a partir de la d�cada de 1940. Sin embargo, las selvas h�medas del piedemonte de la cordillera, tanto de la vertiente del llano como en la del Lago de Maracaibo, las cuales probablemente fueron h�bitats de osos, experimentaron por primera vez en los a�os 50, una r�pida y fuerte transformaci�n hacia plantaciones y potreros ganaderos. Esta p�rdida se ha estimado en el piedemonte llanero en 12.890 Km2. o 67,5% del bosque original. Actualmente la agricultura est� creciendo nuevamente, intensific�ndose en las �reas tradicionales y reincidiendo en zonas abandonadas, debido a la nueva rentabilidad de la actividad.
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Una amenaza a corto plazo m�s concreta que la p�rdida directa de h�bitat lo constituye la fragmentaci�n y consecuente aislamiento de sectores boscosos. Esto es particularmente patente en la Sierra de Portuguesa, Dinira y El Tam�.
Para el a�o 1986 exist�an solo cinco (5) parques nacionales en el intervalo de distribuci�n del oso frontino: 1- Sierra Nevada, 2- Yacamb� (para entonces con 14.580 has.), 3- Terepaima, 4- Sierra de Perij� y 5- El Tam�. En el a�o 1985, a ra�z del inicio de los primeros trabajos de campo sobre ecolog�a y conservaci�n de esta especie a cargo de los bi�logos Edgard Yerena e Isaac Goldstein, as� como de los resultados de las iniciativas de divulgaci�n acometidas por diferentes organizaciones, se logr� incrementar el �rea protegida al n�mero actual de doce (12) parques nacionales en el �rea de distribuci�n del oso frontino.
Estos nuevos parques fueron en orden cronol�gico: 6- Guaramacal (1988), 7- Dinira (1988), 8- P�ramos El Batall�n y La Negra (1989), 9- Chorro El lndio (1989), 10- Sierra de La Culata (1989), 11 - El Guache (1992) y 12- Tapo-Caparo (1993).
Parques Nacionales de la Cordillera Andina en Venezuela.
Parque Nacional
Superficie (ha)
Estados
Intervalo Altitudinal (m.s.n.m.)
Yacamb�
24.580
Lara
1.400 - 2.160
Terepaima
18.650
Lara, Portuguesa
300 - 1.675
Dinira
45.328
Lara, Trujillo, Portuguesa
1.400 - 3.500
Guaramacal
21.000
Trujillo, Portuguesa
1.500 - 3.100
Guache
12.200
Portuguesa, Lara
800 - 1.700
Sierra de La Culata
200.400
M�rida, Trujillo
800 - 4.700
Sierra Nevada
276.446
M�rida, Barinas
300 - 5.007
Tapo-Caparo
205.000
Barinas, M�rida, T�chira
400 - 2.800
P�ramos El Batall�n y La Negra
95.200
M�rida, T�chira
1.200 - 3.900
Chorro El Indio
17.000
T�chira
800 - 2.600
El Tam�
139.000
T�chira, Apure
320 - 3.500
Sierra de Perij�
295.288
Zulia
200 - 3.500
Un enfoque de mantenimiento de la integridad ecol�gica a largo plazo, ha prevalecido en el dise�o de �stas �reas silvestres protegidas, habi�ndose considerado muy especialmente las necesidades ecol�gicas del oso frontino. En este sentido, varios de los anteriores parques nacionales han sido conjugados de manera tal que sus l�mites sean contiguos, gener�ndose as� las siguientes grandes unidades de conservaci�n: A) Tapo Caparo - Sierra Nevada - Sierra de La Culata; B) P�ramos El Batall�n y La Negra - Chorro El Indio y C) Yacamb� - El Guache. Adem�s, dos (2) parques nacionales hacen frontera internacional con otros dos (2) parques nacionales de la Rep�blica de Colombia, gener�ndose dos grandes unidades de conservaci�n fronterizas, claves para la conservaci�n de la especie: D) Sierra de Perij� (Ven.) - Catatumbo-Bar� (Col.) y E) El Tam� (Ven.) - Tam� (Col.).
Mapa_parques.jpg (106034 bytes)
Material_educ_oso_Venezuela.jpg (89076 bytes)Senalizacion_Parque Nacional.jpg (88772 bytes)En los �ltimos 10 a�os la imagen del oso frontino  ha experimentado un incremento vertiginoso como s�mbolo de conservaci�n. De ser una especie absolutamente desconocida a nivel del gran p�blico, ha pasado a ser un s�mbolo emblem�tico del conservacionismo, nombrado incluso con cierta frecuencia por los pol�ticos. Esto se ha logrado con un modesto, pero efectivo impulso inicial de divulgaci�n y sensibilizaci�n conducido por la organizaci�n pionera PROVITA, junto a FUDENA, lNPARQUES, Universidad de Los Andes, Empresas Polar, diversas empresas de Petr�leos de Venezuela, Gobernaci�n del Estado M�rida, CREE, Brigada Conservacionista Tremarctos ornatus y m�s recientemente, la Fundaci�n And�genA, quienes lideran actualmente las iniciativas de conservaci�n de la especie en Venezuela. Se ha recibido, igualmente, el apoyo de organizaciones internacionales como Wildlife Conservation Society (WCS), Lincoln Park Zoological Gardens, Jersey Wildlife Preservation Trust, People's Trust for Endangered Species, Calgary Zoological Society, Fondo para la Protecci�n de Los Animales Salvajes (FAPAS) y Cleveland Metroparks Zoo. Como parte de esta estrategia se han producido afiches, folletos, franelas, artesan�as, programas de radio y televisi�n, foros, conferencias, etc. Se ha generado un efecto de "bola de nieve" que ha llevado a numerosas empresas, gremios, organizaciones conservacionistas, etc., a difundir la imagen del oso frontino como un s�mbolo de la identidad andina. Documentales en la TV. nacional, programas radiales, cobertura por prensa y hasta comerciales de televisi�n han sido realizados en torno a su figura.
En 1997, el gobernador del Estado M�rida decret� oficialmente al oso frontino como unos de los s�mbolos ambientales regionales.
En 1994, un grupo Ad Hoc de especialistas en oso frontino en Venezuela elabor� un Plan de Acci�n para la conservaci�n de esta especie. Las acciones que propuso dicho documento estuvieron enmarcadas dentro de un gran objetivo fundamental: proponer una estrategia que contribuya a asegurar la conservaci�n del oso frontino a nivel nacional. Para esto se plantearon cinco objetivos generales:
  1. Disminuir y minimizar la cacer�a furtiva.
  2. Asegurar la existencia de una suficiente cantidad y distribuci�n de h�bitats que permita mantener poblaciones silvestres viables.
  3. Incrementar sustancialmente los conocimientos cient�ficos.
  4. Incrementar los niveles de conciencia p�blica.
  5. Desarrollar las capacidades para un manejo integral de las poblaciones en cautiverio.
De esos cinco objetivos, se considera que el 1, el 4 y el 5 son los que probablemente requieren de mayor empuje en la actualidad, y donde es posible proponer un aporte significativo por parte del trabajo cooperativo.
Disminuir y minimizar la cacer�a furtiva(1): Para el logro de este objetivo es necesario reforzar los mecanismos y la capacidad operativa para combatir el furtivismo en el terreno. Esto debe realizarse con personal especialmente entrenado y equipado, y con aptitud para el trabajo en zonas agrestes. Debe efectuarse dentro de un ambiente de cooperaci�n e informaci�n hacia la poblaci�n campesina, logrando el respeto por la autoridad, acompa��ndose �sta con una labor pedag�gica. A los programas de protecci�n y guarder�a de las distintas �reas protegidas, debe d�rsele m�xima prioridad dentro de los planes de manejo. Estas actividades deben ir acompa�adas de sugerencias sobre practicas alternas a la cacer�a, como por ejemplo el ecoturismo. La poblaci�n local debe percibir beneficios reales y tangibles derivados de una actitud conservacionista hacia la fauna y los recursos naturales en general. Se deben aplicar pol�ticas que disminuyan los conflictos oso-hombre, especialmente en el caso de la ganader�a extensiva de p�ramo; para ello deben fomentarse diferentes modos de producci�n de la ganader�a que minimicen la competencia por el p�ramo como �rea de pastoreo. Del mismo modo debe pensarse en iniciar programas de compensaci�n por p�rdidas comprobadas de ganado causadas por los osos. Actualmente (2001), Denis Torres adelanta una investigaci�n (Ganader�a de Monta�a en H�bitats de Grandes Carn�voros. Cuenca del R�o Nuestra Se�ora, Estado M�rida, Venezuela) en la Universidad de los Andes que aportar� informaci�n y posibles soluciones al respecto.
Incrementar los niveles de conciencia p�blica (4): la sociedad venezolana, en todos sus niveles, debe apreciar y apoyar las iniciativas de conservaci�n de esta especie, con pleno conocimiento de todos los beneficios tangibles que se derivan de ello: la producci�n de agua y energ�a hidroel�ctrica, la conservaci�n de cuencas, el turismo, el ordenamiento territorial, el mantenimiento de la biodiversidad. Para ello deben utilizarse todos los recursos disponibles para una difusi�n masiva y efectiva, con especial �nfasis en medios de gran alcance como el radial. Esa difusi�n debe llevarse de forma intensiva y de educaci�n formal e informal, especialmente a la poblaci�n campesina que convive dentro y en los alrededores de los h�bitats del oso frontino. Aqu� deben localizarse los esfuerzos mayoritarios a fin de apoyar el logro de los dos primeros objetivos de este plan de acci�n. El logro de la conservaci�n del oso es clave para la identidad andina de Venezuela. Esta faceta puede establecer un objetivo com�n de integraci�n con el resto de los pa�ses andinos, el cual puede ser muy positivo en el campo de la cooperaci�n t�cnica y cient�fica a nivel inter-regional.
Desarrollar las capacidades para un manejo integral de las poblaciones en cautiverio (5): Este objetivo tiene un doble prop�sito, por una parte apoyar las estrategias de conservaci�n in situ y ex situ, y por otra, contribuir al logro de los objetivos de educaci�n. Paralelamente a los esfuerzos del mantenimiento de las actuales poblaciones silvestres, debe generarse un reservorio gen�tico en cautiverio, as� como de tecnolog�as que permitan un eventual reforzamiento de dichas poblaciones, lo cual puede ser una necesidad perentoria a mediano o largo plazo. Los parques zool�gicos deben entrar a jugar un papel m�s activo en la promoci�n de la conciencia y la educaci�n conservacionista de esta especie, debiendo ser particularmente activos en este objetivo los parques ubicados en el �rea de distribuci�n de la especie. Debe profundizarse la cooperaci�n internacional en el campo del manejo en cautiverio e insertarse en las coordinaciones internacionales que existan para el manejo ex situ de esta especie.